VI
Antes acércate y no renuncies a la despedida
si vemos que nuestros rostros pronto se revuelven
como el trágico desvío que antecede a la nada
dejémoslos encontrarse una vez más.
Mañana estaremos en nuestros propios cuerpos,
habrá un cielo cerrado para mis besos
imaginaré el mirlo que canta nombres y no el tuyo
y desearé el deseo que perdí al vernos.
Pero antes acércate pronto renunciando a mí
olvidando el silencio que recorrió el río,
la luna, un libro olvidado, y la vida misma
que en su sutil itinerario de despojarnos
nos hizo uno de dos.
Así mañana no habrá que saberlo callados
porque siempre así lo supimos siempre
pero entonces lo hicimos cantando
cada vez cuando te ibas
antes casi sin irte.
http://www.youtube.com/watch?v=e11u0f8bC-E
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